Se ha celebrado la Asamblea General de CEIM en la que Miguel Garrido, su presidente, ha puesto sobre la mesa la difícil situación que viven las empresas madrileñas.
Miguel Garrido ha comenzado su intervención dedicando unas palabras a los asociados de CEIM, recordando que “son el principal activo de la confederación” y que ”las organizaciones defienden y representan los intereses de sus asociados, que aunque no siempre sean homogéneos, mediante el debate y el diálogo se consigue unificar las distintas opiniones para buscar propuestas equilibradas que representen el sentir general de las empresas”. Asimismo, el representante de los empresarios madrileños se ha mostrado muy crítico con el Gobierno central durante su discurso, al que ha reprochado “no tomar medidas para solucionar problemas reales, porque según su relato, de negar la realidad, estos problemas no existen” y ha enumerado los principales asuntos que afectan, no solo a los empresarios, sino a todos los ciudadanos, y que deberían solucionar los ministros de cada materia.
Miguel Garrido ha recriminado que se reste importancia al impacto de la pandemia en el PIB o a la elevada inflación, lamentando que “difícilmente se tomarán medidas para fortalecer la productividad y para luchar contra la subida de precios si no se reconoce que tenemos un problema”.
También se ha referido a las pensiones, y al modelo de una Seguridad Social “financieramente inviable”; al problema del mercado de trabajo español, “que se debería replantear fomentando la flexibilidad para dejar de liderar los rankings de desempleo europeos”; a la economía sumergida; al alto déficit y a que “desde la Administración se continúe con el despilfarro sin hacer ningún análisis del gasto, mientras nos fríen a impuestos”.
El presidente de CEIM ha remarcado que “las administraciones deben actuar para facilitar el camino de los que creamos riqueza y empleo”, y ha destacado tres aspectos en la gestión de la Comunidad de Madrid que influyen directamente en la competitividad empresarial: la percepción que la administración tiene de autónomos y empresas, porque “todos los políticos dicen que las empresas son importantes pero no todos lo demuestran con hechos”; la libertad económica, destacando normativas como la Ley de Mercado Abierto y “lo importante que es la actitud y el respeto absoluto a la independencia”; y la política fiscal que “frente a las amenazas, cada vez menos veladas, del gobierno de España para someter la fiscalidad madrileña a sus intereses políticos e ideológicos, Madrid se ha plantado en defensa de sus competencias y del bienestar de los madrileños”.
En definitiva, el presidente de la patronal madrileña ha defendido que, desde CEIM, y ante la coyuntura actual, “tenemos que seguir dando la batalla, cada una de las batallas”, y ha remarcado que los empresarios siempre siguen trabajando y apostando por “nuestro país para seguir generando oportunidades, porque “si el Gobierno desoye a las empresas, habrá que alzar más la voz”.