- ¿Cómo ha afectado la crisis derivada del COVID-19 a la actividad de la compañía a nivel nacional?
De una manera muy acusada ya que nuestros clientes pararon su producción, lo que nos obligó a parar las producción en nuestras plantas de Madrid desde la última semana de marzo.
- ¿Qué previsión tienen a corto y medio plazo?
Hemos reiniciado la producción durante el mes de mayo a un ritmo reducido a medida que los fabricantes de automoción han ido progresivamente han ido reabriendo.
En junio hemos recuperado el 50% del volumen de producción, y estimamos seguir recuperando producción para llegar a un mayor nivel ya en el cuarto trimestre.
- Desde la compañía se han puesto en marcha en los últimos meses varias iniciativas solidarias para combatir el COVID-19, como la fabricación y donación de materiales de protección a centros sanitarios y a instituciones como la Policía Local de Móstoles. ¿Cómo surgió esta iniciativa y cuál ha sido su alcance?
Los empleados de Martinrea a nivel mundial han colaborado para ayudar a combatir la propagación de COVID-19. Nuestras plantas americanas colaboraron con General Motors en la producción de 30,000 puestos de ventiladores, tenemos empleados que han fabricado máscaras faciales y desinfectantes para manos, e incluso se han ofrecido para ayudar en iniciativas de entrega de comidas a los necesitados.
En nuestras plantas de Madrid veíamos la situación de especial gravedad que hemos sufrido en nuestro país, estábamos parados (algo a lo que no estamos acostumbrados), y nuestro equipo quería colaborar de alguna manera para ayudar en esta situación. Surgieron iniciativas de usar impresoras 3D particulares para fabricar pantallas faciales, que industrializamos en nuestra planta para aumentar la producción, para repartir entre diferentes hospitales, residencias e instituciones como Policía y Protección Civil
También hemos fabricado campanas de intubación para ser utilizadas por anestesistas en UCI según solicitud de un hospital madrileño, que hemos entregado a cinco hospitales que las necesitaban.
Y teniendo conocimiento de la situación crítica por falta de EPIs de los hospitales, organizamos la entrega de todos los EPIs que teníamos en nuestro stock (mascarillas, guantes, gel desinfectante y trajes de protección de mantenimiento), que no íbamos a poder usar mientras estuviésemos cerrados.
Nos alegró mucho saber por fuentes del hospital que durante varios días el personal sanitario del hospital pudo llevar a cabo su trabajo en condiciones más seguras gracias a nuestra donación, en un momento que no recibían material por otras vías.
- Martinrea Honsel cuenta con una dilatada experiencia dedicada al sector fabricación de componentes automovilísticos. ¿Qué balance hace de todo este tiempo y qué logros destacaría?
Martinrea fabrica piezas por fundición de aluminio en Madrid desde 1960, inicialmente para muchos sectores, pero desde hace años se ha centrado principalmente en el sector del automóvil.
Este sector es uno de los más exigentes, pero también de los más dinámicos de la industria, siendo un motor de industrialización en España, generando riqueza y empleo de calidad
Para sobrevivir en él, la exigencia de competitividad es extrema, y solo se logra con innovación continua y mejora de costos, optimizando la productividad y minimizando el desperdicio. Estamos automatizando procesos para poder hacer más con el mismo personal que tenemos, dándoles seguridad laboral y pudiendo crecer, gracias a los miembros de nuestro equipo.
- ¿Qué medidas consideraría prioritarias para impulsar la industria del automóvil tras el parón ocasionado por el COVID-19?
Es esencial estimular la demanda, no solo a nivel mundial, sino coordinado a nivel europeo, y parece que estamos avanzando en la dirección correcta.
Martinrea sabe cómo producir piezas de una manera muy eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Es la base para mantener fábricas en nuestro país y mantener sus trabajos asociados, pero necesitamos demanda para mantenerlas en funcionamiento.
Los vehículos más modernos y eficientes que fabricamos nos permitirán eliminar un número equivalente de coches viejos de nuestras carreteras.
Esto mejora el medio ambiente al reducir la contaminación, y generar empleo y riqueza para el país con una industria de automoción fuerte, que brinda oportunidades de trabajo de calidad para las nuevas generaciones.
Todo el dinero que se destine a este fin tendrá un mayor retorno a la sociedad. No es un gasto, es una inversión en el futuro.
Y mientras esa demanda vuelve, tenemos que mantener a las empresas vivas con sus trabajos. Para esto, los ERTE se han demostrado como una herramienta fundamental para permitir a las empresas soportar la falta de ingresos sin realizar despidos equivalentes a la falta de trabajo, así como medidas de liquidez y ahorros en contribuciones e impuestos.
Es muy importante que los instrumentos contemplados en las medias de ERTE de Fuerza Mayor se extiendan por más meses. Lo recomendable sería hasta fin de año cuando prevemos que la actividad, aunque sin alcanzarla, se acerque a un “cierta normalidad”.
- ¿Cómo valoran desde la compañía formar parte de una organización como AECIM?
Para Martinrea, es muy importante formar parte de organizaciones como AECIM donde podemos, de manera organizada, transferir las necesidades de nuestro sector a la Administración y llegar a acuerdos con otros agentes sociales. Esto es aún más importante para enfrentar los desafíos y dificultades importantes que se avecinan, agravados en estos momentos por COVID-19.
Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer al equipo de AECIM por el trabajo que realizan en este sentido.
- ¿Qué líneas de trabajo conjunto han puesto en marcha con Madrid Clúster de Automoción (MCA) integrado en AECIM?
Actualmente estamos participando en diferentes actividades promovidas por el clúster MCA de las cuales esperamos buenos resultados. El trabajo que se está realizando para promover la digitalización de nuestras empresas a través del Manufacturing Digital Innovation Hub (MaDiH) es muy interesante y esperamos tener resultados pronto.